Valparaíso tiene una fuerte herencia marítima ligada al pueblo originario de los Changos que habitaban las costas de la región.
El Término CHANGO es de origen lingüístico desconocido que se aplicó en tiempos históricos a los pobladores nómadas que se dedicaban a la extracción de moluscos y peces y, a la cacería de lobos marinos y ballenas; comerciando con los indígenas de los valles de los que obtenían productos agrícolas a cambio de pescado y marisco seco, ya que el pueblo nómade no permanece el suficiente tiempo para cultivar la tierra.
Se dice que bebían la sangre y el aceite del lobo de mar, cuya piel utilizaban para levantar sus habitaciones tipo cortaviento, hacer capachos mineros y construír sus balsas.
Estas consistían en un par de cueros de lobos marinos inflados y amarrados con fibras vegetales en ángulo, de manera que en el extremo que constituía la proa de la embarcación, los cueros quedaban unidos y en la popa, distanciados uno de otro aproximadamente un metro. En el centro se posicionaba el remador, arrodillado sobre una tabla. Para desplazar la embarcación utilizaban una remo de paleta similar a los actuales remos utilizados en el kayak de mar.
Este pueblo nómade fabricaba sus casas con la misma piel de lobo que sus barcazas, siendo exclusivamente un toldo o carpa de cuero que armaban y desarmaban cuando consideraban que debían dejar el lugar donde estaban.Más al norte los conquistadores conocieron a Carande (cara grande), jefe de la tribu de Changos que habitaba esa zona costera, rebautizándolo como Papudo. Aquel poblado es conocido hasta el día de hoy con ese nombre, avistado por primera vez por las fuerzas marítimas que prestaban apoyo a Diego de Almagro en 1536.Los Changos sobrevivieron como grupo cultural hasta fines del siglo XI
El Término CHANGO es de origen lingüístico desconocido que se aplicó en tiempos históricos a los pobladores nómadas que se dedicaban a la extracción de moluscos y peces y, a la cacería de lobos marinos y ballenas; comerciando con los indígenas de los valles de los que obtenían productos agrícolas a cambio de pescado y marisco seco, ya que el pueblo nómade no permanece el suficiente tiempo para cultivar la tierra.
Se dice que bebían la sangre y el aceite del lobo de mar, cuya piel utilizaban para levantar sus habitaciones tipo cortaviento, hacer capachos mineros y construír sus balsas.
Estas consistían en un par de cueros de lobos marinos inflados y amarrados con fibras vegetales en ángulo, de manera que en el extremo que constituía la proa de la embarcación, los cueros quedaban unidos y en la popa, distanciados uno de otro aproximadamente un metro. En el centro se posicionaba el remador, arrodillado sobre una tabla. Para desplazar la embarcación utilizaban una remo de paleta similar a los actuales remos utilizados en el kayak de mar.
Este pueblo nómade fabricaba sus casas con la misma piel de lobo que sus barcazas, siendo exclusivamente un toldo o carpa de cuero que armaban y desarmaban cuando consideraban que debían dejar el lugar donde estaban.Más al norte los conquistadores conocieron a Carande (cara grande), jefe de la tribu de Changos que habitaba esa zona costera, rebautizándolo como Papudo. Aquel poblado es conocido hasta el día de hoy con ese nombre, avistado por primera vez por las fuerzas marítimas que prestaban apoyo a Diego de Almagro en 1536.Los Changos sobrevivieron como grupo cultural hasta fines del siglo XI
Bibliografía:
Jordi Fuentes, Lia Cortes, Fernando Castillo, Arturo Valdes; Diccionario histórico de Chile. Editorial del Pacífico, Santiago, Chile.
Jordi Fuentes, Lia Cortes, Fernando Castillo, Arturo Valdes; Diccionario histórico de Chile. Editorial del Pacífico, Santiago, Chile.
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